Aprovechando el doble tirón del Año Santo y después de tanto tiempo encerrados por obligación en nuestros hogares, vamos a hacer un recorrido por uno de los tramos más transitados y atractivos por su proximidad al mar. ¿Sabes cuál es? No es el camino francés, ni tampoco el portugués. Se trata del Camino de Santiago Portugués de la Costa atravesando Vigo.
Entrando desde Portugal al Camino Portugués de la Costa en Galicia
Si venimos haciendo el camino de Santiago desde Oporto, en Portugal, llegaremos a Caminha y desde ahí cruzaremos en barco para entrar en España. Comenzamos nuestro recorrido por Galicia en una preciosa villa marinera cuya imponente cima destaca por sus casas castreñas.
A Guarda
Se trata de A Guarda, cima en la que se asentaron sus antiguos habitantes en el pasado y desde la cual se puede observar el país vecino, Portugal, al otro lado del río Miño. El ”padre de los mil ríos” actúa de frontera internacional entre ambos países.
Los gallegos congeniamos muy bien con los portugueses. Solemos viajar con bastante frecuencia a Portugal. Además, la atracción es mutua, puesto que a los del otro lado del río les sucede exactamente lo mismo. ¡Quien no se rinde al encanto y la magia que Galicia desprende!
Antes de dejar A Guarda, recomendamos dar un paseo por su pintoresco puerto, donde el antiguo Convento de San Benito, hoy hotel-restaurante y los coloridos y variados murales llaman nuestra atención. Murales como, “A Guarda escrita nas estrelas“, que está pintado por voluntarios locales.
Si el hambre es feroz, para no ir más lejos y evitar a toda costa mayores fatigas, en el restaurante Alborada la amabilidad de Carmen y sus suculentos platos, nos dejarán más que satisfechos.
Oia
Saliendo de A Guarda por la playa dos Fedorentos y Area Grande, pasaremos por la cetárea de Laxe Grande. Seguimos nuestra senda paralela al Atlántico. Alcanzamos el municipio de Oia, tan célebre por su destacado Monasterio cisterciense Santa María de Oia, situado a pie de mar.
Baiona
Tras pasar Oia, caminamos siempre a la vera del mar hasta llegar a Baiona. Una villa turística donde sobran lugares para pasar la noche. Desde pensiones, hoteles, casas rurales, hasta la posibilidad de descansar como reyes en el mismísimo Parador de Baiona.
No os perdáis el paseo por su casco histórico, ni las hermosas vistas desde la muralla de la fortaleza de Monterreal hacia la villa, la iglesia de Sª Mª de Baiona, la réplica de la Carabela Pinta y la Virgen de la Roca. ¡Que coincide con la Fiesta de la Arribada, en la que se conmemora la llegada de la Pinta con noticias del descubrimiento del Nuevo Mundo! Perfecto para empaparse del ambiente festivo y óptimo para el paladar. Es el primer fin de semana de marzo cuando tiene lugar esta Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Vista Baiona y antes de entrar en A Ramallosa cruzamos el puente medieval de San Telmo y seguimos el camino escogido, puesto que aquí hay dos opciones: seguir las flechas amarillas de frente por el tramo oficial del Camino de Santiago Portugués de la Costa que discurre por el interior, o bien, girar a la izquierda siguiendo la variante alternativa por el litoral marcada con flechas verdes. Si lo que deseamos es disfrutar de la cercanía del mar y no sufrir demasiado, la segunda opción es la más recomendable.
Vigo
Entramos por Coruxo en la gran ciudad de Vigo y la más poblada de todas en Galicia. Ciudad olívica así conocida por la gran cantidad de olivos que en el pasado cubrieron su paisaje. Todo ello debido a su excepcional microclima mediterráneo.
Seguimos la ruta aconsejada por la Asociación de Amigos de los Pazos hasta el casco antiguo, para acercarnos a la Concatedral Basílica de Santa María, donde podréis sellar vuestra credencial. En sus orígenes fue una iglesia románica de la que sólo queda la réplica de su tímpano, visible a la entrada de la misma. Fue reconstruida tras la destrucción de un antiguo polvorín ubicado cerca de la misma.
Si quereis saber más cosas sobre Vigo o decidís tomaros el día libre, os recomendamos una visita a las islas Cíes, el parque del Castro o los jardines de Castrelos y Museo de Quiñones de León.
Saliendo de Vigo por la Senda del Agua
Para salir de Vigo, el camino histórico portugués de la costa continúa lo más próximo al mar, caminando por la calle Sanjurjo Badía en dirección a Teis. A partir de ahí nos desviamos por la Senda del Agua, un precioso tramo con unas vistas inmejorables de la Ria de Vigo desde lo alto. Sin apenas darnos cuenta, llegaremos a Redondela para enlazar con el Camino Portugués y avanzar cara a Santiago de Compostela.
Poco antes de llegar al conocido Banco de Cedeira y a cuatrocientos metros de la senda, hay un bar de tapas, O Eido Vello. Ideal para reponer fuerzas con sus espectaculares vistas, para luego retomar el camino hasta Redondela.
Si quereis que os acompañemos por Vigo y la Senda del Agua, contratad aquí la visita.
Buen camino!